Desde una esquina del tiempo llega el rumor de sus voces. Mucho de lo que susurran a mi oído nunca será conocido. Pero algunas palabras verán la luz del papel, y serán.



martes, 12 de junio de 2012

Versión 2.0


            Cayó al suelo, exhausto. Su espada había quedado clavada en el pecho del horrible monstruo. Finalmente, había vencido. Pero estaba aturdido por los golpes recibidos y la cabeza le daba vueltas.

            Notó un hilo, atado fuertemente a uno de sus dedos. Acostumbraba anudarse un hilo para no olvidar las tareas importantes, pero ahora no podía recordar para qué lo había puesto allí.

            Empezó a caminar, buscando la salida, tratando de orientarse por los múltiples pasillos. Fue y vino por varios de ellos, pero siempre encontraba una pared que le cerraba el paso. Después de varias vueltas, el hilo se había enredado, y tuvo que cortarlo para moverse con comodidad.

            Pasó mucho tiempo intentando encontrar la salida, pero nunca lo logró. Aquello era un verdadero laberinto.

            Afuera, cansada de esperar, Ariadna recogió el hilo, hizo una madeja y se retiró, muy triste, pensando que Teseo había muerto a manos del Minotauro.
...................................................................................................

7 comentarios:

  1. No sé qué diría Homero -muy dado él a explicar la mitología-, pero a mi me parece una versión mucho más sorprendente y apasionante que la 1.0, más abierto, con muchas interrogantes: ¿Se echará pronto Ariadna otro noviete? ¿Ateniense o Cretense? ¿Le gustará atarle? ¿Sobrevivirá Teseo? ¿Comiendo qué? ¿A qué sabe el minotauro?
    Bravo, Hugo!
    Un abrazo, amigo.

    ResponderBorrar
  2. Gracias, Fernando. Interesante visión, la tuya, y cargada de sabiduría, además del profundo conocimiento de la mitología (cosa que yo no poseo). Es bueno que queden puertas abiertas...

    ResponderBorrar
  3. Querido amigo, interesante este relato que seguramente tuvo su fundamento en algún pasaje mitológico. Independientemente a ello demuestra una vez más tu exquisita forma de escribir. Felicitaciones!
    Rafael

    ResponderBorrar
  4. Bueno todo tiene su nueva visión, hasta las leyendas... jaja, muy bueno.
    Te mando un beso al alma.

    ResponderBorrar
  5. Hugo, un lección de mitología, aquí encuentro lo que no está en los libros, muy buen relato, (como siempre)
    Un abrazo amigo.

    ResponderBorrar
  6. Vaya sorpresa..!...olvidarse para qué era el hilo atado a su dedo....olvidar lo importante, y ahí vemos la fé de Ariadne, rindiéndose a una simple conjetura...Aplausos de pie, Hugojota...

    ResponderBorrar
  7. Hugo:
    Borges se hubiera regocijado con esta versión doblemente trágica.
    Y a lo mejor fue así y Teseo gozó de la fama de valiente por matar a Asterión y se calló su propia muerte por inanición.
    Un cordial saludo.

    ResponderBorrar

Si pasas por aquí, aunque sea de casualidad, deja tu saludo, tu opinión, o tu desagrado. Las Musas se alimentan de tus palabras. Gracias.