Desde una esquina del tiempo llega el rumor de sus voces. Mucho de lo que susurran a mi oído nunca será conocido. Pero algunas palabras verán la luz del papel, y serán.



martes, 27 de marzo de 2012

Caso cerrado



            — Lo que puedo decirte, es que el hombre estaba tranquilamente sentado, mirando la televisión y bebiendo una cerveza. Hacía una hora, más o menos, que había regresado a su casa. En ese momento sucedió todo.

            — ¿Y por qué lo eligieron a él?

            — Si vas al comienzo de la historia, Joao Francisco –que así se llamaba el hombre-, era oriundo del sur de Brasil. Siendo muy joven, se vino al Uruguay, para trabajar en la cosecha del arroz.

            — ¡Oye! ¿Y cómo llegó a hacerse millonario?

            — Siempre fue muy ambicioso y, en cuando pudo ahorrar algo de dinero, comenzó a contrabandear alimentos y cigarrillos. No tardó en ceder a la tentación de traficar drogas, dado que por allí había un trasiego importante hacia los balnearios de la costa oceánica. Corrió con mucha suerte y logró llevar a destino todos los envíos, por eso rápidamente se ganó el respeto de sus pares. Terminó liderando una importante banda de delincuentes.

            — También debe haberse ganado muchos enemigos.

            — Eso es lógico. Además, su ambición lo llevó a eliminar a algunos de sus socios, para quedarse con la mayor parte de las ganancias. Esto, a la larga, siempre causa problemas.

            — Entonces, se trató de un ajuste de cuentas...

            — Los investigadores también pensaron eso, pero al analizar las computadoras y los papeles encontrados en la casa, surgieron otras hipótesis. Por otra parte, viendo la escena del crimen, se nota que los métodos no concuerdan con los que utilizan las bandas de narcotraficantes.

            — ¡Se está poniendo emocionante!

            — ¡Sí! Y descubrieron, en una de sus manos, un objeto que delata la presencia de una mujer. Junto con otras muestras, lo enviaron a Buenos Aires, para que allí realizaran un análisis con las últimas tecnologías.

            — ¿Y cuál fue el resultado?

            — Aquí es cuando surgen los problemas. Por eso me has encontrado en este estado. Verás, la policía logró identificar una posible sospechosa. Si los resultados de los análisis concordaban, tendrían el caso resuelto. Pero, al llegar a este punto... ¡descubro que a la novela le faltan las tres últimas páginas! ¿Puedes creer? ¡Me quedé en ascuas!


9 comentarios:

  1. Qué bueno es irse a dormir con unas risas. Muy bueno, sí señor, me volviste a sorprender. Un abrazo transoceánico, amigo.

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  2. Gracias, amigo. De eso se trata, reírse y sorprenderse. Ya bastante tragedia hay en la vida cotidiana. Abrazo.

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  3. ¡Buenissimo!!!!, sos un maestro Hugo, el final está genial.
    Sorpresa y humor.
    Un abrazo.

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  4. Gracias, Alberto, por siempre estar tras mis letras. No podemos perder el humor.

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  5. De verdad, ¡qué ocurrencia Hugo! Es genialmente divertido.
    Gracias por compartir!!!
    Saluda también a las musas de mi parte!!!

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  6. Gracias, Cristina. Saludos dados, tengo una musa particular que es infalible.

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  7. La ironía y el humor fino, de parabienes...!. Junto con la intriga....Qué buen trío,gemelo...!

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  8. Estimado Hugo, que alegría haber llegado a tu blog. Veo que le das al humor, eso me gusta. Te felicito por el cuento, al final me quedé viendo para el techo y después solté la carcajada.... (pocos lo logran). Te seguiré leyendo amigo. Felicitaciones!.

    Un abrazo

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  9. Gracias, Rafael, por tomarte el tiempo de husmear en mis letras. Sí, a veces hay que darle al humor, bastante tenemos con la vida...

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